Ayer volvimos de Cazorla con la satisfacción de haber realizado unos de los encuentros mas enriquecedores en lo que a convivencia se refiere, gentes que por vez primera compartieron con nosotros junto a los que ya llevamos años pateando senderos y pueblos, es tanta la cantidad de lugares, pueblos y parajes que nos ofrecen nuestra grandiosa Andalucía, que es una fuente inagotable de sitios preciosos a los que cada vez nos sorprenden mas.
No fue un viaje de los normales que ofrecemos a nuestros marchadores, esta vez estábamos dispuestos a pasar dos días y recorrer 800 Km. para ver el parque natural de Cazorla Segura y las Villas.
No tuvimos suerte el 1º día de marcha con el tiempo y a penas comenzamos a marchar para ver nuestro gran río Guadalquivir en sus primeros pasos, nos comenzó a llover aunque no con mucha intensidad si lo suficiente para hacernos desistir de nuestro objetivo.
Solo nos dio tiempo a marchar durante 6 Km. y una vez avistado el río paramos en una de sus orillas para degustar los magníficos bocatas que habíamos preparado para la ocasión, una vez terminado nos encaminamos para ver las gigantescas buitreras que se alzaban en el otro extremos del sendero, la lluvia empezó a ser mas seria y decidimos desistir del paseo, regresar a nuestro punto de pernoctación.
Merecido descanso en nuestras habitaciones que dicho sea de paso tenían unas vistas inmejorables, ducha, descanso y quedada para la cena, todo estaba muy rico , siempre con el denominador común, todos juntos , compartiendo comentarios risas y etc.
Después de la cena llega la hora de tomar unas copitas y seguir con la tertulia, el hotel nos habilitó una sala para nosotros con música para escuchar y como no, para desmelenarse bailando.
Así estuvimos "hasta que nos dejaron los clientes del hotel"después cada mochuelo a su olivo y quedada para el desayuno.
Al día siguiente como siempre decimos en todas las marchas es día libre para todo el mundo, particularmente me dio la sensación de que habíamos visto muy poco y propusimos hacer una ruta
algo mas reducida y ver todo el perímetro de La Iruela y parte de Cazorla, subimos al castillo templario, ermita de la Virgen de la Cabeza y la población de Cazorla, resultó algo impresionante las vistas desde donde subimos, duro porque casi 1200 m de altitud pero mereció la pena el cansancio acumulado.
La bajada fue algo mas complicada al ser un terreno de piedras sueltas que pudo propiciar alguna que otra caída sin consecuencias por fortuna pero con susto,quizás eso lo hizo algo mas emocionante.
La vuelta al hotel la realizamos por otro punto no exento de subida y esta se hizo casi interminable para terminar saboreando unas cruz campo merecidas antes de almorzar.
En definitiva unas jornadas que a parte de ver y realizar ejercicios físicos nos han servido para hacer otro ejercicio que tanto escasea y que se llama "risoterapia" y de eso ya somos expertos, además nos sobra un montón ¿quieres un poco? pues solo tienes que pedirla y venir la próxima.
Enhorabuena a todos por el esfuerzo realizado, nos vemos en la próxima
Fotos en próximos días, tenemos que reunirlas de diferentes cámaras.
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