Aunque no estuvieron todos los que éramos, si éramos todos los que estuvimos, finalmente celebramos un almuerzo fraternal entre los asistentes a la comida, pasamos un buen rato y disfrutamos de algunos de los momentos puntuales de rutas de las hemos disfrutado caminando juntos, con un punto de emoción, motivo por el cual brotaron algunas lágrimas de la alegría de vernos todos con algunos añitos de menos.
Así que a seguir disfrutando todo lo que nos sea posible, trataremos de mantener el grupo el máximo tiempo posible unido y hasta que Dios quiera y ¡¡Que no se rompa este grupo!!
