Nueva jornada de senderismo en el día de ayer, a pesar de que a principios de semana no éramos optimista con el tiempo, este nos regaló un avance de lo que está a la vuelta de la esquina, la primavera, día radiante y cálido en lo que a temperaturas se refiere.
Esta vez nos fuimos de Huelva a la sierra de Cádiz, el lugar elegido El bosque - Benamahoma un enclave mágico con vistas própias de fotos para postales o para poner en fondo de pantallas de cualquier ordenador.
La marcha al principio algo lenta porque cada paso nos sorprendía más y queríamos plasmar en nuestra cámara lo que nuestras retinas estaban presenciando, a medida que avanzamos el bosque de vegetación y montaña comprimía el río hasta dejar apenas un sendero tan estrecho que teníamos que ceder gentilmente el paso a personas que trataban de bajar en sentido contrario.
Llegados a Benamahoma, pueblo tranquilo con sus casa blancas y tejados rojizos, tradición y vestigios que nos legaron los ocho siglos de dominación árabe, no pudimos dejar de aprobechar la ocasión que nos ofrecía la ruta para ver insitu el nacimiento del río Majaceite, río al que habíamos remontado desde El Bosque, aunque ello supusiera un esfuerzo añadido a los 6 Km. que teníamos en nuestros pies, como diría un amigo mío( que es más una raya para un tigre) subida algo dura y allí estaba, brotando de las entrañas de la montaña un caudal de agua cristalina y fría. Aprovechamos el resuello para picar algo de fruta, chocolate, frutos secos y como no, un traguito de buen vino que siempre llevamos para reponer el ánimo para la vuelta.
Volvimos por nuestros pasos pero ahora cuesta abajo, era más rápido pero no menos arriesgado por la humedad y algunas rocas resvaladizas, además que nuestros estómagos empezaban a darnos avisos que sólo se camuflaban con el murmullo del río.
Llegamos al fin al punto de partida donde nos esperaban en el restaurante Calvillo, donde dimos cuenta del apetito que todos traíamos después de 14 Km. de caminata, almorzamos con algo de retraso, habida cuenta de la cantidad de comensales que intentaban al igual que nosotros degustar las exquisitas carnes ibéricas a la brasa.
Al fin, entre risas y chistes que el amigo Carmelo nos narraba, terminamos brindando por la nueva jornada de senderismo que acabamos de vivir, somos como familia y como tal nos comportamos, pensando ya cuando nos reuniremos de nuevo, que dicho sea de paso será el 6 de Marzo para revivir un año más los carnavales de Cádiz.
Terminamos la jornada visitando el pueblo de Grazalema, donde tomamos café y paseamos por sus encantadoras calles, donde también pudimos ver los tan preciados pinsapos, todo un baluarte de la protegida naturaleza gaditana.
Quiero darles las gracias a todos los que participaron en una jornada de convivencia, desde los más entrenados hasta los que están iniciándose ahora, gracias por el esfuerzo y confiamos en volver pronto a unirnos.
